Estimado amigo venezolano:
Junto con saludarte, y esperando que la noche no haya sido tan dolorosa, aunque de seguro lo fue, quisiera compartir contigo la congoja, pero también hacerte un llamado.
No me cabe duda de que la espera de anoche fue tan tensa para ustedes como lo fue para nosotros. De alguna manera, muchos pensaron que el milagro se podría dar, que en algún momento Nicolás Maduro, el flamante presidente de Venezuela, entraría en razón. Pero, por supuesto, eso no ocurre con los tiranos. Déjame contarte un poco más sobre la tiranía.
Hace ya un tiempo atrás, un filósofo griego estableció una terminología de las formas de gobierno, y explicaba que todas ellas, cualquiera fuera, podía degradarse y convertirse en un infierno. La tiranía es una de esas formas degradadas, en las que aquel que gobierna por sí solo oprime a su pueblo a beneficio propio y el de sus allegados. Por eso, lo de ayer, fue simplemente una opereta, un mal acto de magia, en el cual los números no calzan (en eso consiste lo “mágico” del asunto) y en el que se quiso dar una apariencia de respetar la voluntad soberana del pueblo, lo cual, por supuesto, no se pretendía en lo absoluto. Pero te cuento más. Algunos filósofos españoles, durante el gobierno despótico de los reyes Hasburgos en la península ibérica, proclamaron que estos estaban obligados por las leyes naturales y divinas a comportarse como es debido, so pena de obligar al pueblo a tomar las armas y deshacerse del tirano. ¿Vas uniendo los cabos? En tus tierras, quien rige sus destinos es un tirano. Desde el comienzo debemos llamarlo como lo que es, para evitar los equívocos de creer que es una dictadura, así sin más: en Roma, las dictaduras erantemporales y solo se instalaban ante calamidades públicas o guerras que ameritaban que solo un hombre tomara las decisiones, pero con el compromiso de devolver el poder. Eso es lo que ocurrió en Chile con Pinochet, pero eso jamás ocurrirá con Maduro.
De este modo, solo queda una solución, y no es a través de la papeleta del voto, sino por medio de la fuerza legítima que busca derrocar al tirano que van a sacar a Maduro del poder. No hay otro modo.
Sé que es fácil decirlo desde acá, en Chile, donde el pueblo manifestó recientemente en dos ocasiones, de manera contundente, que no aguantaría triquiñuelas y trampas políticas, lascuales buscaban instalarse por vía de dos proyectos constitucionales que no llegaron a buen puerto, a Dios gracias. Nosotros no convivimos con tiranos desde que el último fuederrocado en 1973 y créeme que hemos tenido varios en nuestro pasado. Pero, ahora, corresponde a ustedes contestar el llamado de la Historia, no a nosotros.
Espero, fervientemente, que puedan derrocar al tirano. Todo el mundo lo espera con ansias.
Saludos cordiales
