En marzo pasado Nissan desveló que estaba en conversaciones con Honda para la posible creación de una alianza en materia de producción de componentes y ‘software’ para vehículos eléctricos, con vistas a reducir costes y potenciar su competitividad en plena expansión de este mercado
Expresidente de Nissan, Carlos Ghosn, quien se encuentra prófugo de la justicia desde 2019, ha criticado públicamente los planes de la empresa para fusionarse con Honda. Ghosn, desde su exilio en Líbano, declaró que la posible fusión carece de sentido debido a la duplicación y falta de complementariedad entre ambas compañías. Argumentó que ambas empresas son fuertes en lo mismo y débiles en lo mismo, lo que hace que la fusión no tenga lógica.
Ghosn también cuestionó la capacidad de Honda para manejar alianzas y fusiones, a pesar de ser una compañía exitosa. Además, mencionó que Nissan ha estado marginada por sus propias debilidades y errores, especialmente en China, donde ha tenido peores resultados. También elogió la posible adquisición de parte de Nissan por parte de la taiwanesa Foxconn, considerándola interesante debido a la complementariedad que podría aportar.
Ambas compañías han admitido estar explorando varias vías de colaboración futura, pero han descartado que lo adelantado por medios haya sido anunciado oficialmente.
Prófugo
Japón acusa al expresidente del gigante automovilístico de ocultar a las autoridades del país una serie de compensaciones pactadas entre 2011 y 2018 con Nissan por valor de 9.100 millones de yenes (55 millones de euros) para que estas fueran abonadas después de su salida de la empresa.
Al considerar que no iba a recibir un juicio justo en territorio nipón, Ghosn protagonizó una espectacular fuga al Líbano, dirigida por un exmiembro de las Fuerzas Especiales del Ejército de los Estados Unidos.
Aunque también Francia le requiere para otro proceso legal por presuntas irregularidades financieras, no se espera que las autoridades libanesas extraditen a Ghosn a ninguno de los dos países