Hoy se han extendido el marxismo a distintos lugares y espacios de la sociedad; la estrategia del caballo de Troya sigue más vigente que nunca
Palabras finales (I): ¿Por qué hemos escrito marxismo para todos?
Porque el marxismo como instrumento e interpretación de la realidad ha ido mutando desde sus inicios hasta el presente y seguirá adaptando formas y adoptando fieles. Sus herederos y seguidores han ido aprendiendo de todas las derrotas y fracasos locales y mundiales, saben perfectamente que las fábricas, industrias y obreros ya no son suficientes en el mundo actual. Hoy se han extendido a distintos lugares y espacios de la sociedad; la estrategia del caballo de Troya sigue más vigente que nunca.
Se han inmiscuido en el arte, la cultura, los medios y todo lugar desde el cual predicar la consecución del mandato original. No se van a detener en su intento de crear un mundo nuevo y crear el paraíso terrenal. “Marxismo para todos” es un intento de acercar conceptos, experiencias, balances e información para comprender una ideología que se mimetiza y se vuelve seductora.
Destruir siempre es más sencillo que construir, para ellos la violencia es creadora.
En las entregas anteriores:
1) Marx: ayer y hoy: un breve recorrido por algunos de sus postulados, contradicciones, la constante apuesta por los antagonismos sociales en base al odio y la revancha. Su misión es borrar al capital e implantar al hombre nuevo.
2) La hoz y el martillo: el balance del terror a nivel mundial, más allá de los números de millones de inocentes, lo horrendo fueron los métodos empleados con sus adversarios y enemigos del pueblo, muchos de los cuales no tenían forma alguna de defenderse.
3) Ideologías del mal: el lazo ideológico (a ratos silenciado) entre el fascismo y el comunismo, en ideas y hechos históricos. Características en común que astutamente aparecen ligadas al terror nazi haciendo omisión voluntaria al pariente socialista, ambos deshumanizaron al individuo y lo forzaron al colectivismo.
Los temas anteriores conforman un todo y un sustento para entender las amenazas actuales a las cuales se enfrentan las sociedades occidentales y la humanidad tal como la conocemos hasta hoy en Chile y el Mundo. En esta misma línea, tras su reciente intervención en el Foro Económico en Suiza, el presidente Milei señaló: “occidente está en peligro”. Volveremos sobre este punto más adelante.
Marxismo en la historia
El marxismo en perspectiva histórica tuvo gran impacto trágico en dos dimensiones: en el plano teórico y en el plano humano-social. Fue capaz de articular una teoría y práctica con el objetivo infinito de levantar contradicciones de todo tipo en la sociedad, al mismo tiempo ir generando dos bandos en disputa y excluyentes. Incluso declarando y utilizando el odio y terror como instrumentos institucionalizados, parafraseando a Arendt.
Esta fusión teórica y práctica prometió el cielo y nos llevó al infierno tras la seducción y promesa de crear un hombre nuevo y una sociedad de iguales mediante un colectivismo forzado. Su aplicación llevada a la práctica fue un rotundo fracaso y desilusión, sus resultados manipulados y un resultado que aterroriza, según Ayn Rand.
Las experiencias reales bajo este sistema padecieron pobrezas, hambrunas, persecuciones y demases que ya vimos con mayor detalle en “la hoz y el martillo”. Los seguidores de Marx tienen las manos manchadas con sangre y la historia no los absolverá. Si estás con ellos en lo teórico, práctico e incluso romántico, algo no anda bien y eres un cómplice pasivo que relativiza los millones de muertos mediante una crueldad similar a la del nazismo, pero temporalmente más extensa en años y territorios.
Cabe recordar que todas las predicciones de Marx fracasaron, ya desde su análisis previo decidió enemistarse de por vida con el capital, legado que han ido recogiendo sistemáticamente sus seguidores y herederos, la muerte al capital y al hoy “patriarcado” los sigue entusiasmando, muerte al compás de una declaración y grito de guerra.
Esos primeros intentos por eliminar y superar el capitalismo se tradujeron en millones de muertos, traumas, miserias y pobrezas. Sombras que siguen hasta hoy.
Antes de continuar debemos responder dos preguntas: ¿Qué es occidente? ¿Qué es el capitalismo? Los enemigos eternos del marxismo de ayer y de hoy.
Occidente
Es más que una unidad espacial y geográfica, y un lugar en el mundo. Es un ente cultural e histórico, una fusión de tradiciones grecorromanas, cristiano-católicas y elementos germanos que dan origen a una visión del mundo y del ser humano (Retamal). Esta fusión ha logrado grandes avances en distintos planos en pos de la humanidad (la propiedad privada, el Estado de Derecho, la democracia representativa, la economía de mercado y los derechos humanos, entre otros logros).
Supo sobreponerse a grandes enemigos y peligros: el relativismo moral, el estatismo y los totalitarismos (comunista y nazi), el marxismo del siglo XX y las distintas luchas armadas y las guerras.
Capitalismo
Un sistema económico y social que se sustenta en la cooperación, que favorece derechos y libertades, mediante mecanismos voluntarios del intercambio (Huerta de Soto) de mercado. Es una cultura que premia y destaca la creación y al creador (Palmer) y la constante innovación, talentos que son propios de la naturaleza humana al servicio de la libertad individual y colectiva, todo en base a lo voluntario y un consentimiento de beneficio mutuo. Un sistema que ha beneficiado por completo a la existencia de sociedad más pacificas (Kaiser).
El propio Milei señaló que el capitalismo es una máquina para generar bienestar y combatir la pobreza. Los alcances del capitalismo son innumerables y sigue siendo un sistema perfectible que también debió soportar y sobreponerse a duras críticas de académicos e intelectuales, además de numerosos intentos desde la violencia de sus enemigos en todo el mundo.
Occidente y capitalismo están bajo asedio, una visión de mundo y un modelo que se han fusionado logrando avances en todas las dimensiones del ser humano y de la sociedad en su conjunto, no exentos de errores ni de correcciones ante los nuevos desafíos, errores que tradicionalmente el marxismo denuncia desde la desigualdad, las injusticias y hoy desde una agenda cultural de identidades y sensibilidades, que veremos en la segunda parte de estas palabras finales.
Rodrigo Ojeda y Mauricio Schiappacasse – Profesores de Historia